martes, 10 de marzo de 2015

203. Claroscuros sobre los datos del paro

En el gráfico se puede percibir la evolución del desempleo en los últimos años, sin que se vislumbren motivos para el alborozo ni el regocijo.

Llegan tiempos de elecciones, y las cocinas del gobierno hierven; es necesario buscar medidas que parezcan un cambio de rumbo y es aun más pertinente resaltar lo bien que va la economía. De ahí que se magnifique el dato del paro registrado en el mes de febrero, subrayando que es el mejor de los últimos 8 años, pues ha bajado en 13.538 personas.

En estas líneas quisiéramos poner los focos en otros extremos de los datos, para contrarrestar tanto entusiasmo  interesado
1.De entrada debemos recordar que post hoc ergo propter hoc es una falacia  lógica conocida y manida; que la economía vaya mejor ahora y el paro no siga incrementándose no es necesariamente resultado de la política económica anterior del gobierno. Existen datos externos no controlables por él, como el precio del  petróleo (que se ha reducido a la mitad en un 6 meses) o el  valor de intercambio del euro (acercándose a su valor histórico más bajo), que, sin duda, poseen un efecto mayor en la situación económica tanto interna como internacional. Lo que sí es resultado de la política económica del gobierno del PP es el sesgo de clase, favorecedor del incremento de la diferencias y convirtiendo en publicas  las deudas privadas de los especuladores y agiotistas de las burbujas (financiera, del ladrillo, de las autopistas,…), y, a nuestro entender, la fuerte devaluación salarial derivada de estas políticas perpetuará el desempleo en altas cotas.
2. Para seguir no es una tontería mencionar que el paro registrado a día de hoy sigue siendo superior al existente cuando el PP alcanzó el poder (más de 4 millones y medio  de desempleados); pocas campanas se deben agitar, ya que después de tantas vueltas y restricciones estamos como al principio o, quizás, peor porque la desigualdad es mayor.
3. En cuanto a los datos del paro ya hemos mencionado que en febrero el paro registrado ha descendido en 13.538 personas, pero si miramos con más detenimiento se puede precisar que en gran parte de ese dato se debe a la subida de la construcción, donde el paro se reduce en 10.091 personas, mientras que el desempleo entre los menores de 25 años y las mujeres sube. En el mejor de los casos, se vuelve por los mismos caminos que nos llevaron a estos lodazales y se nos vuelve a presentar  la construcción como la panacea frente al desempleo, mientras el resto de nosotros nos tememos que nos inflen una nueva burbuja.  
4. Si analizamos los datos de los contratos laborales del mes de febrero se constata que la contratación indefinida sigue en mínimos; solo el 9,8 % de los contratos efectuados en febrero de 2015 son indefinidos,  y el 40% de estos es a tiempo parcial. Mientras que el total de los contratos se ha incrementado en un 10% con respecto al mes anterior, los indefinidos solo han aumentado un leve 0,03% (los temporales, por su parte, se han elevado  un 11%). Es de advertir, además, que el 31% de lo que se presenta como contratos indefinidos son en realidad conversiones de anteriores contratos temporales y no nuevos empleos.
5. Persiste una gran contratación temporal; el número de contratos temporales efectuados en el año 2014 se acercó a los 15 millones. Si una de las finalidades de la reforma laboral del 2012 fue incidir en la tasa de temporalidad de los contratos, muy superior a la media europea,  a la vista de los datos actuales debe estimarse como un objetivo fallido, pues entonces se afirmaba en la exposición de motivos de la Ley 3/2012 que la tasa de temporalidad era casi del 25% y hoy se sitúa exactamente en el 24,2%. La contratación temporal, para quien no lo perciba, suele ser sinónimo de inseguridad para el trabajador, menor poder contractual y peores condiciones de empleo.
6. Además, se vislumbra una gran precariedad tras la contratación temporal. El 40% de  los contratos temporales efectuados el año pasado duró menos de un mes, porcentaje que llega al 50% si se incluyen  los contratos inferiores a 3 meses. Para seguir en esta misma línea se puede precisar que casi uno de cada cuatro de los contratos temporales dura menos de una semana (el 23,9% exactamente). Se desconoce con exactitud los datos, pero se puede vislumbrar que una parte de estos contratos son, además,  por unas horas (como veremos, los contratos a tiempo parcial suponen un porcentaje importante de los contratos temporales). Nos enfrentamos a contratos no ya temporales, sino efímeros.
Una gran parte de los trabajadores está inmersa en una gran noria, con continuas entradas y salidas del empleo. Como indicio de esta enorme rotación  puede señalarse que el total de contratos temporales de febrero de 2015 (1.106.669) solo afectaron a 828.930 personas, esto es se efectuaron  1,34 contratos  por persona. Este  porcentaje de rotación y de precarización ha aumentado con la  crisis y se ha acelerado  desde la aprobación de la reforma  laboral
7. Otro dato a tener en cuenta es que se ha incrementado la contratación a tiempo parcial. En el País Vasco estos contratos se sitúan ya en el 20% en la actualidad, incrementándose casi en un 50% desde el inicio de la crisis. También ha aumentado la infrautilización de los trabajadores, pues casi la mitad de los que se encuentran en esas condiciones en realidad quisiera un contrato a tiempo completo, no es por tanto una opción libre del trabajador. Es de reseñar que la precarización del tiempo parcial afecta en especial a las mujeres, pues 8 de cada 10 personas a tiempo parcial son mujeres. Y recuérdese que no hay límite por debajo, no hay suelo legal al tiempo parcial. Además que, aunque parezca extraño, las limitaciones de jornada no afectan a las pluriempleadas (los límites de trabajo son en cada empleo, sin topes horarios para la suma de los diversos contratos parciales)
8. Otra cuestión a ponderar son las prestaciones de desempleo, pues los beneficiarios existentes a final del mes de enero fueron 2.416.786, con un descenso respecto al mismo mes del año anterior del 13,8%.
Los datos referidos al mes de enero ilustran que la tasa de cobertura del sistema de desempleo solo llega a proteger al 56,49% de los parados inscritos, con un  descenso del 8% con respecto al año anterior. En este mismo sentido, el descenso en el gasto en prestaciones de desempleo es del 17,7% y la prestación media igualmente ha descendido. Es decir, ques desciende el gasto social en compensar el desempleo y cada vez existe más población desempleada sin prestaciones, en una posición económica desesperada y muy vulnerable.

Tras todos estos datos, además, nos tememos que que cierna una sombra negra mayor, no apreciable en las estadísticas, de mayor imposición por  parte del empresario y de ocultación  de parte de las relaciones laborales (parciales que se convierte en trabajadores a demanda, precarización absoluta, trabajadores pobres,…)

En definitiva, no es oro todo lo que reluce y hay más de un dato entorno al desempleo y a las contrataciones laborales que debería encendernos las alarmas.

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